El gobierno destinarA? 6.395 millones de euros a I+D+i en 2016

AristA?teles escribiA? que a�?la inteligencia consiste no sA?lo en el conocimiento, sino tambiA�n en la destreza de aplicar los conocimientos en la prA?cticaa�?. Y la innovaciA?n tiene mucho que ver con ello: introducir nuevos conceptos, soluciones o novedades con la intenciA?n, precisamente, de ser A?tiles para un fin concreto.

La humanidad no ha dejado nunca de innovar, y la medicina y las ciencias de la vida son algunos de los mejores ejemplos de ello. En el A?ltimo siglo la vertiginosa evoluciA?n que se ha producido en el A?mbito de la salud humana ha sido fruto de la capacidad que ha tenido el hombre de enfrentarse a las enfermedades. Y el A�xito de la respuesta a ese reto, siempre ha combinado dos elementos esenciales: conocimiento y creatividad.

Por eso, la innovaciA?n sanitaria como fruto de la investigaciA?n y la generaciA?n de conocimiento de nuestros cientA�ficos y profesionales sanitarios, es la que ha permitido aplicar a la prA?ctica clA�nica diaria los mA?s importantes avances en nuevos medios diagnA?sticos y en nuevas terapias. Los resultados hablan por sA� solos: la esperanza de vida ha aumentado mA?s de 40 aA�os en el A?ltimo siglo gracias a los nuevos medicamentos y procedimientos mA�dicos.

Cada A�poca tiene sus retos, y hoy vemos como la globalizaciA?n y el trabajo colaborativo abren nuevas posibilidades, hasta ahora insospechadas, a travA�s de la innovaciA?n biotecnolA?gica.

No se puede decir que la biotecnologA�a sea una disciplina o una rama de conocimiento en sA� misma. Es, mA?s bien, un enfoque multidisciplinar aplicado a diversas ramas del saber, para crear nuevas posibilidades A?tiles para el hombre.

Ciencias tan diferentes como la informA?tica y la genA�tica, la agronomA�a y la fA�sica o las matemA?ticas y la medicina, estA?n yendo de la mano para alcanzar nuevos hitos, como el Proyecto Genoma Humano, que serA?n un pilar sobre el que seguiremos construyendo.

La proyecciA?n de todas las posibilidades que nos ofrece la biotecnologA�a, no solo en el A?mbito de la salud, sino en las ciencias de la alimentaciA?n o en el uso de los recursos naturales respetando el medioambiente, nos permite percibir que todavA�a estamos al comienzo de un camino que puede ofrecer muchos resultados en beneficio de la humanidad.

La biotecnologA�a forma parte esencial de la economA�a productiva y social y es un motor continuo para la generaciA?n de riqueza y de empleos de alta cualificaciA?n. La empresas que utilizan o se dedican a la biotecnologA�a en 2015 suponen el 9.07% del PIB espaA�ol, una cifra de actividad de casi 100 mil millones de euros y cuentan con casi 173 mil trabajadores.

La diversa procedencia de los fondos de I+D con los que generar nuevo conocimiento, refleja el enorme potencial multidisciplinar del sector biotecnolA?gico. Las Administraciones PA?blicas, las Universidades y la UniA?n Europea estA?n uniendo sus esfuerzos con empresas o instituciones sin fin de lucro, para conseguir, por ejemplo, un incremento del 8% en las patentes registradas en EspaA�a en 2014.

Como a todos los sectores de nuestra sociedad desde 2007, la crisis econA?mica que ha sufrido EspaA�a y la necesidad de solventar nuestros desequilibrios coyunturales, tambiA�n han afectado a los recursos pA?blicos y privados disponibles para polA�ticas de innovaciA?n.

Pero ya hemos pasado el punto de inflexiA?n, como demuestra que para el aA�o prA?ximo 2016, el Gobierno haya presupuestado 6.395 millones de euros de gasto pA?blico para el sistema de I+D+i,A�un 4% mA?s que este aA�o, lo que supone, sin duda, una clara apuesta por el mismo.

A pesar de las dificultades, la inminente creaciA?n de la Agencia Estatal de I+D+i y el reconocimiento de los investigadores como personal estratA�gico, aumentando la tasa de reposiciA?n desde el 10 hasta el 50% para el prA?ximo aA�o, van a reforzar tambiA�n, el Sistema EspaA�ol de Ciencia, TecnologA�a e InnovaciA?n.

Este es un compromiso que nadie puede parar. Los prA?ximos aA�os vamos a ver como se define un marco regulatorio mA?s favorable y consensuado para el sector biotecnolA?gico, que permita aumentar la internacionalizaciA?n y la inversiA?n privada en I+D+i. Una hoja de ruta de polA�ticas reformadoras continuas, que introduzca la compra publica innovadora en el sector sanitario y nuevos incentivos fiscales a la I+D, va a consolidar al sector biotecnolA?gico como un elemento absolutamente decisivo para el desarrollo de nuestro paA�s, y como un tren que no nos podemos permitir el lujo de perder.