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Los escondites del virus Zika

Escrito por Silvia Martin el 17 febrero, 2016 en Noticias
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El virus zika podrA�a ser especialmente hA?bil para atrincherarse en partes del cuerpo que estA?n protegidas del sistema inmune, lo que dificultarA�a su combate y posiblemente extenderA�a el marco de tiempo durante el que podrA�a transmitirse, segA?n han indicado expertos de Estados Unidos. A� Los investigadores hallaron que el virus zika puede ser detectado en el semen hasta 62 dA�as despuA�s de que una persona se infecte, lo que se sumarA�a a las pruebas sobre la presencia del virus en el tejido cerebral de bebA�s, la placenta y el lA�quido amniA?tico.

Su trabajo es parte de una carrera internacional por entender los riesgos asociados al virus del zika, una enfermedad transmitida por mosquitos que se estA? propagando con rapidez y que se cree que estA? relacionada con miles de casos de malformaciones congA�nitas en Brasil.

«No estamos seguros de dA?nde mA?s podrA�a hallarse una vez que la infecciA?n desaparece», ha dicho el doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas. «Todas estas son cosas que deben ser examinadas cuidadosamente en la historia natural y estudios de casos y controles», ha agregado.

Varios A?rganos del cuerpo, incluidos los testA�culos, los ojos, la placenta y el cerebro, estA?n protegidos de los ataques que lanza el sistema inmune para neutralizar a invasores externos. Estas zonas estA?n protegidas de los anticuerpos para evitar que el sistema inmune ataque tejidos vitales. Pero si un virus entra en ellas, es mucho mA?s difA�cil combatirlo.

«El virus puede persistir y multiplicarse», ha explicado el doctor William Schaffner, un experto en enfermedades infecciosas del Centro MA�dico de la Universidad Vanderbilt en Nashville. «El virus estA? en una suerte de burbuja», ha sentenciado.

Los mosquitos y sus lugares de crA�a suponen uno de los mas importantes factores de riesgo para la proliferaciA?n de la infecciA?n por el virus de Zika, y, por tanto, segA?n explica el investigador y profesor de ParasitologA�a y Enfermedades Parasitarias de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Zaragoza, Javier Lucientes, de su control y eliminaciA?n dependerA? que se reduzcan el nA?mero de infecciones.

El motivo de la rA?pida expansiA?n es la presencia de dos mosquitos – el ‘Aedes albopictus’, conocido como mosquito tigre, y ‘Aedes aegypti’- , que como explica a Europa Press, «estA?n muy vinculados a las actividad humana, ya que viven y crA�an con nosotros; les facilitamos el hA?bitat, por lo que con su capacidad de dispersiA?n es muy grande».

Esto no es nuevo, se ha visto antes con el dengue, la malaria, la fiebre amarilla o, mA?s recientemente, el chikungunya. «Su capacidad de dispersiA?n es muy grande por estos mosquitos», advierte, de hecho se sabe que «es cuando hay un vector importante y en cantidades elevadas, como puede ser el mosquito tigre y el aegypti, cuando lA?gicamente se va a diseminar muy rA?pidamente».

A ello hay que aA�adir que se trata de un virus nuevo para esa poblaciA?n donde «no existe un recuerdo inmunolA?gico y la poblaciA?n no tiene anticuerpos». Esto se ha visto con el virus del Nilo Occidental, un virus que se propagA? por todo el territorio continental de los Estados Unidos originando un gran nA?mero de muertes y que, sin embargo, en Europa afecta a la poblaciA?n pese a circular el mismo virus.

Por tanto, para su rA?pida extensiA?n tiene mucho que ver que exista un gran nA?mero de mosquitos. Como ejemplo, recuerda lo ocurrido con la fiebre amarilla que en A?ltimos siglos (XVII a XIX) cuando registraron brotes de fiebre amarilla en AmA�rica del Norte (Nueva York, Filadelfia, Charleston, Nueva Orleans, etc) y Europa (Irlanda, Inglaterra, Francia, Italia, EspaA�a y Portugal), hasta la llegada de la vacuna.

Antes de la vacuna, para controlar al vector- los mosquitos Aedes y Haemogogus-, la OrganizaciA?n Panamericana de la Salud, que depende de la OrganizaciA?n Mundial de la Salud (OMS), puso como estrategia principal la reducciA?n del vector mediante la fumigaciA?n.

«Estas campaA�as de control del vector en la ciudades consiguiA? reducir la enfermedad a niveles mA�nimos. Cuando se inventA? la vacuna, la enfermedad dejA? de transmitirse y no tenA�a sentido el control del vector. En los aA�os 70 se habA�a conseguido controlar prA?cticamente e incluso eliminar el ‘Aedes aegypti’ de la mayor parte de AmA�rica del Sur, quedaba alguna zona residual en el Caribe», explica.

Actualmente, continua, «se ha extendido por todo el Caribe hasta el sur de Estados Unidos, ha bajado a Argentina. La dispersiA?n que ha habido en 30 aA�os es increA�ble, hasta ha colonizado las islas de Madeira en Europa. La expansiA?n cuando se ha dejado de controlar ha sido terrible», advierte.

A esto hay que aA�adir que en muchas poblaciones latinoamericanas ha habido un A�xodo rural a las grandes urbes que ha provocado un crecimiento desordenado de las ciudades, donde no existe buenos sistema de recogidas de aguas, ni de recogidas residuales, etc., lo que fomenta que aumenten los criaderos de estos mosquitos.

En su opiniA?n, de cara al futuro, y mientras no exista vacuna, el objetivo debe ser acabar con el mosquito pero eso «serA? muy difA�cil». Para ello, a nivel local, hay que evitar las acumulaciones de agua en el exterior de las viviendas por pequeA�as que A�stas sean (incluso en macetas, botellas, etc.); mantener cubiertos hermA�ticamente los depA?sitos de agua que sean para uso domA�stico; destapar aquellos desagA?es que tengan riesgo de mantener agua estancada.

Asimismo, es recomendable evitar tener en el exterior de las viviendas cualquier tipo de envase susceptible de llenarse de agua en caso de lluvia; eliminar cualquier tipo de recipiente que no sea de uso habitual y que acumule agua para evitar riesgos innecesarios (platos de macetas, etc.); cambiar con frecuencia el agua de los bebederos de los animales; y mantener limpias las rejillas y canaletas y evitar que A�stas acumulen agua.

El virus Zika no es nuevo, conocido desde 1947 cuando se detectA? en Uganda entre monos, es de la familia de los flavivirus y, como explica, «tiene una gran capacidad de mutar», como el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) que causa el sida. MA?s de una dA�cada despuA�s se identificaba el primer caso en humanos, sin embargo no fue hasta 2007 cuando se multiplicaron los casos registrados en el PacA�fico, concretamente en la Isla de Yap que «en cuestiA?n de tres meses afectA? a una 5.000 personas, prA?cticamente al 70 por ciento de la poblaciA?n».

DespuA�s se conocerA�a otro brote en 2013 en la Polinesia francesa, y en las AmA�ricas (Brasil y Colombia) y A?frica (Cabo Verde) en 2015. Hasta ahora mA?s de 33 paA�ses de las AmA�ricas han notificado infecciones esporA?dicas por el virus de Zika, lo cual indica que este estA? teniendo una rA?pida expansiA?n geogrA?fica, tal y como ha explicado la OMS.

«El virus debiA? de mutar, se habla de un linaje africano y asiA?tico, que ademA?s se adapto a un vector aparentemente nuevo que era el ‘Aedes aegypti'», explica el expertos, quien destaca la «brutal» dispersiA?n del virus. El motivo, reitera, es la presencia de los dos mosquitos: ‘Aedes albopictus’ y ‘Aedes aegypti’.

«Todo hace pensar que ha mutado, ya se conocido con el chikungunya que tambiA�n era de Asia y cuando llego a OceanA�a mutA? y se adapto al mosquito tigre y eso ha hecho que se extienda con tanta facilidad en AmA�rica latina», seA�ala.

No obstante, con el objetivo de tranquilizar a la poblaciA?n, recuerda que no es fA?cil que se haga una trasmisiA?n del virus. No siempre una persona con zika tiene virus en sangre en suficiente cantidad para trasmitirlo al mosquito si A�ste le pica.

En caso de que consiga picar a una persona con suficiente virus en sangre, que suele ser durante los 4-7 dA�as con mayor sintomatologA�a, el mosquito debe haber ingerido suficiente virus para multiplicarlo. En este caso el mosquito (siempre hembra) digiere la sangre y pone huevos, un tiempo en el lo mA?s normal es que muera por predadores, condiciones ambientales, etc.

«Solo un 5 por ciento de las hembras en estos paA�ses con mayor infecciA?n estA?n infectadas de zika, algunos trabajos habla de 4 por 1.000 hembras», advierte. AdemA?s, una hembra de este tipo de mosquito puede llegar a poner mA?s de 400 huevos en toda su vida, que se desarrollarA?n a su vez de larva a mosquito entre 7 y 10 dA�as, siendo la vida media de un mosquito de las especies Aedes de entre 4 a 6 semanas.

Considera que en EspaA�a se ha de estar alerta y llevar a cabo una buena gestiA?n del mosquito tigre (Aedes albopictus), que se encuentra en el litoral mediterrA?neo, Huesca y PaA�s Vasco, y tomar medidas de control con los casos de afectados importados por si se encuentran en los primeros dA�as de la infecciA?n. 

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