Ejercicio y obesidad
La actividad fA�sica puede reducir los efectos de aumento de peso de la variante genA�tica que conlleva el mayor riesgo de obesidad, explica la profesora Mariaelisa Graff, de la Universidad de Carolina del Norte en ‘PLOS Genetics’. Con la gente consumiendo mA?s calorA�as y siendo menos activo fA�sicamente, el mundo ha presenciado una epidemia de obesidad, pero no todo el mundo estA? ganando peso. Estudios previos sugieren que la susceptibilidad de una persona a ser obeso puede ser reducida por la actividad fA�sica.
Para ver cA?mo la actividad fA�sica y las variantes genA�ticas relacionadas con la obesidad interactA?an para afectar al aumento de peso, Graff y sus colegas realizaron meta-anA?lisis de interacciA?n genA?mica en todo el mundo utilizando mA?s de 200.000 individuos. Clasificaron a individuos como activos o inactivos, los examinaron para cerca de 2,5 millones de variantes genA�ticas y correlacionaron esos datos con los indicadores fA�sicos de la obesidad, incluyendo el A�ndice de masa corporal, la circunferencia de la cintura y la relaciA?n de la cintura a la cadera.
El estudio concluye que la actividad fA�sica puede reducir los efectos de aumento de peso del factor de riesgo genA�tico mA?s fuerte conocido para la obesidad, el gen FTO, en un 30 por ciento. Los investigadores tambiA�n identificaron 11 nuevas variantes genA�ticas vinculadas a la obesidad, lo que sugiere que la actividad fA�sica y otros factores ambientales relevantes deben ser considerados al buscar nuevos genes.
Estudios previos sugieren que la susceptibilidad de una persona a ser obeso puede ser reducida por la actividad fA�sica
Los metanA?lisis confirman hallazgos previos de que la actividad fA�sica reduce el efecto del gen FTO, pero la causa subyacente de esta interacciA?n todavA�a se desconoce. Los cientA�ficos sospechan que la actividad fA�sica puede afectar a otros genes relacionados con la obesidad, pero para identificar estos efectos mA?s pequeA�os, los cientA�ficos requerirA?n grupos mA?s grandes de sujetos y medidas muy precisas. Desde un punto de vista prA?ctico, los resultados sugieren que la actividad fA�sica sigue siendo vital, incluso cuando la obesidad parece estar predeterminada en los genes de uno, y podrA�a ser mA?s beneficioso para aquellos que mayores dificultades para mantener el peso, segA?n los autores de este trabajo. Graff aA�ade: «Una debilidad de nuestro estudio fue que los participantes auto- informaron de sus hA?bitos de actividad fA�sica en lugar de ser analizados objetivamente. Para identificar mA?s genes cuyos efectos son amortiguados o amplificados por la actividad fA�sica, tenemos que llevar a cabo estudios mA?s grandes con una mediciA?n mA?s precisa de los niveles fA�sicos».
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