Cefalea en racimos

Unas 47.000 personas padecen en EspaA�a cefalea en racimos, especialmente hombres con una edad media de 30 aA�os, si bien tambiA�n se dan casos en la infancia, adolescencia y vejez, segA?n un informe elaborado por la FundaciA?n del Cerebro de la Sociedad EspaA�ola de NeurologA�a con motivo de la celebraciA?n, este jueves, del DA�a Nacional de la enfermedad. AdemA?s, cada aA�o aparecen al menos 1.000 nuevos casos de esta enfermedad que en el 80 por ciento de los casos tiene carA?cter episA?dico, si bien en un 20 por ciento de manifiesta de forma crA?nica, es decir, los ataques de dolor de cabeza aparecen de forma ininterrumpida durante mA?s un aA�o sin remisiA?n o con remisiones menores a un mes.

«La cefalea en racimos se caracteriza por la presencia de crisis de dolor unilateral y localizado alrededor del ojo y/o la sien, aunque puede implicar a otras regiones y, en todos los casos, estamos hablando de un dolor intensidad grave, hasta el punto que se la ha denominado como la cefalea ‘suicida’ por la gran intensidad del dolor», ha explicado el director de la FundaciA?n del Cerebro, JesA?s Porta-Etessam.

Asimismo, prosigue, aunque respecto al riesgo de suicidio los porcentajes son «bajos y muy similares» a la poblaciA?n general, es una enfermedad que, por su gravedad, conlleva mucha comorbilidad, sobre todo en el A?mbito psiquiA?trico y en el abuso de sustancias.

Y es que, sufrir depresiA?n (que aparece en hasta el 43 por ciento de los pacientes) y ansiedad (hasta un 75,5%), junto con presentar agitaciA?n o intranquilidad (hasta el 90 por ciento de los pacientes) son los principales aspectos de comorbilidad psiquiA?trica que conlleva padecer la enfermedad.

Del mismo modo, diversos trabajos han apuntado a que entre los pacientes con cefalea en racimos existe un aumento marcado del consumo de tabaco y algo del alcohol y que tambiA�n es mA?s frecuente el uso de drogas recreativas, si bien, en un «gran porcentaje», su finalidad suele ser terapA�utica.

La afectaciA?n laboral es otra de las consecuencias derivadas de esta enfermedad, dado que hasta un 36 por ciento de los pacientes refiere haber perdido su empleo a consecuencia de esta patologA�a y un 32 por ciento confiesa haberlo reducido en al menos la mitad. De hecho, sA?lo un 38 por ciento de los pacientes aseguran que la enfermedad no interfiere en su desempeA�o laboral, pero en el 82 por ciento su funcionalidad se ve mermada, y un 40 por ciento de los pacientes con cefalea en racimos asegura que la cefalea ha limitado su carrera profesional.

Por otra parte, el 96 por ciento de pacientes con cefaleas en racimos han tenido que modificar sus estilos de vida, un 78 por ciento reconocen restricciones en las actividades de la vida diaria. «Uno de los factores que mA?s puede menoscabar la calidad de vida es la incapacidad derivada de padecer un dolor crA?nico, especialmente cuando este impide la realizaciA?n de actividades o se asocia a comorbilidades. Algo que cobra, si cabe, mA?s relevancia cuando se trata de pacientes en edades muy jA?venes», ha apostillado la coautora del informe, Nuria GonzA?lez GarcA�a.

Por otra parte, el trabajo ha puesto de manifiesto el «gran retraso» en el diagnA?stico y con ello de recibir un tratamiento adecuado. En concreto, sA?lo el 21 por ciento de los pacientes recibiA? un diagnA?stico adecuado desde el inicio y en el 42 por ciento de los casos la demora diagnA?stica fue de 5 aA�os o mA?s y en el 22 por ciento de mA?s de 10 aA�os.

Asimismo, el 37 por ciento de los pacientes nunca han recibido esteroides como tratamiento de transiciA?n, el 53 por ciento de los pacientes no habA�an recibido verapamilo como tratamiento preventivo y el 39 por ciento no han recibido nunca oxA�geno como tratamiento, a pesar de ser eficaz para mA?s del 83 por ciento de los pacientes.